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esde la entrada en vigor del TLCAN, en enero de 1994, la dependencia alimentaria del país registra un sostenido cuan peligroso incremento que ha llevado al país a multiplicar por 15 el gasto en importación de esos productos, de tal suerte que a estas alturas cuando menos el 50 por ciento de los pocos o muchos alimentos que los mexicanos consumen proviene de terceras naciones, especialmente de Estados Unidos. Y si las cosas siguen como van, en tres lustros más ya no será la mitad, sino el 80 por ciento, de acuerdo con las estimaciones de la FAO.
El balance resulta igual de contundente que de espeluznante: de acuerdo con cifras oficiales (Inegi), mientras que en 1994 se importaron alimentos por un total de mil 800 millones de dólares, en 2012 esa misma factura fue de 27 mil 143 millones. Así, lo que en el primero de los años citados se gastaba en un día por importar alimentos (casi 5 millones de billetes verdes), ahora se eroga en poco más de una hora y media, y contando.
Así, los dineros de la nación no sólo son útiles para garantizar el abasto interno de alimentos, sino para generar abundante empleo y fortalecer la producción agropecuaria en otros países, principalmente Estados Unidos, donde se quedan los crecientes recursos que México destina para el fin descrito, como si el campo nacional estuviera en jauja.
En este contexto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados informó que en 2012 y por tipo de producto, los que representaron el mayor monto por importaciones fueron el maíz (3 mil 294 millones de dólares), seguido por semilla de soya (2 mil 80 millones), trigo (mil 575 millones) y semillas de nabo (mil 53 millones). Como ayuda de memoria, vale mencionar que en 1994 se importó maíz por un total de 370 millones de dólares, monto casi 10 veces inferior al registrado en 2012.
Las importaciones de frijol se incrementaron 195.3 por ciento anual, como resultado de las mayores compras hechas al exterior para solventar las pérdidas de la producción afectada durante la primera mitad de 2012. Por su parte, las importaciones de huevo se incrementaron 54.2 por ciento, a pesar de que en términos de volumen, de acuerdo con cifras de Sagarpa. Desde agosto del año pasado, recuerda el CEFP, se eliminaron los aranceles para la importación de huevo proveniente de países con los que México no tiene acuerdo comercial. Así, el arancel correspondiente al huevo de cascarón para consumo humano pasó de 45 por ciento a cero y el industrializado de 20 por ciento a cero. Esta medida se llevó a cabo con el fin de frenar el alza en el precio de mercado del huevo que se observó en la segunda mitad de 2012 a consecuencia de la pérdida en la producción. Si bien se esperaba que este problema cesara a inicios de 2013, el pasado 19 de febrero se anunció un nuevo brote de influenza aviar en el estado de Guanajuato, por lo que podría prolongarse la vigencia de dicha medida
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Por otra parte, el CEFP resume que en enero de 2013 el índice de precios de los alimentos en México frenó
por cuarto mes consecutivo su ritmo de crecimiento pese a que continuó mostrando un mayor dinamismo que la inflación general y la canasta básica. En ese mes, el índice de precios de productos alimenticios creció 5.39 por ciento anual, en tanto que el índice nacional de precios al consumidor y el índice de la canasta básica aumentaron 3.25 y 3.77 por ciento, en cada caso, ambos respecto del nivel alcanzado en el mismo mes de 2012.
Dichos resultados podrían explicarse por el moderado crecimiento que observaron algunos productos pecuarios, lo que se vio compensado con una ligera disminución en los precios de productos agropecuarios, principalmente, frutas y verduras. Pese al menor dinamismo de la inflación de alimentos, los precios de algunos granos como el trigo y maíz continuaron elevados, lo que explica los mayores incrementos de los índices de precios de productos derivados, como la harina de trigo (11.86 por ciento), el pan blanco (11.77), la masa y harina de maíz (8.08) y la tortilla de maíz (5.48), todos respecto a enero de 2012.
El mayor índice de la inflación de alimentos también se respaldó por los altos precios de productos pecuarios como el huevo, la carne de res y de pollo, que en enero aumentaron 25.96, 9.68 y 9.02 por ciento anual, respectivamente. En los próximos meses podría registrarse un mayor repunte en los precios de productos avícolas, como resultado, fundamentalmente, de una posible disminución en la oferta de carne de pollo y huevo por los problemas del virus de influenza aviar H7N3 registrada en granjas de la empresa Bachoco, y el fenómeno especulativo que suele darse entre productores y acaparadores. Por lo anterior, es un hecho que el virus sigue presente en nuestro país y que se deben tomar las medidas pertinentes para evitar daños al sector avícola y a las familias mexicanas
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El CEFP apunta que a pesar de la tendencia descendente
que han mostrado los precios al mayoreo de los principales productos agrícolas, éstos aún se mantienen en niveles elevados, lo que continúa vulnerando la seguridad alimentaria del país. De esta manera se concluye que los altos precios podrían explicarse por el encarecimiento de los costos de transportación debido al incremento de la gasolina; así como por la especulación de productores y la intermediación. Ello hace conveniente impulsar la comercialización directa de los cultivos agrícolas a través de los productores hacia los consumidores finales
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En el ámbito internacional, finaliza el citado centro de estudios, "entre diciembre de 2012 y la primera mitad de enero de 2013, los mercados de productos básicos (commodities) observaron una reducción en su actividad comercial debido a la menor demanda originada por la debilidad del crecimiento económico. Ello, aunado a las mejores perspectivas que se presentaron en el abasto de algunos cultivos, lo que coadyuvó a una disminución en los precios internacionales de las principales materias primas agrícolas. A partir de la segunda mitad de enero se presenciaron alzas a causa de la incertidumbre originada por las condiciones climáticas en algunos países de América del Sur y los Estados Unidos, lo que contrarrestó los descensos observados en la primera mitad de ese mes".
Las rebanadas del pastel
Un apretado y solidario abrazo para el querido colega Julio Pomar por el fallecimiento de su señora madre, doña Esperanza Jiménez viuda de Pomar, maestra, bailarina, coreógrafa, estudiosa y organizadora de grupos juveniles de bailarines folklóricos de todo el país.
cfvmexico_sa@hotmail.com
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